Descubriendo a Blaze Foley a través de Ethan Hawke
El estreno en España del biopic del músico de country Blaze Foley protagonizado por Ben Dickey y dirigido por Ethan Hawke llega en el momento adecuado ya que el género vive un momento dulce en nuestro país. Bandas que practican éste u otros relacionados (folk, americana o bluegrass) como Morgan, Quique González, Arizona Baby o Guadalupe Plata gozan de un gran reconocimiento. A esto hay que añadir la consolidación del Huercasa Country Festival en el calendario de festivales veraniegos.
En este contexto el actor nominado a cuatro Oscar, el último por Boyhood en 2015, se pone detrás de la cámara en su tercer largometraje para trazar con tres líneas argumentales la azarosa vida, emocionante obra y desastrosa carrera musical del artista bautizado como Michael David Fuller. La primera de ellas nos muestra la visión que tenía de él su amigo y estrella del folk americano Townes Van Zandt, al que da vida Charlie Sexton.
Ejerciendo casi de narrador a través de una entrevista, el personaje de Van Zandt nos sumerge en los “disparos al pie” que arruinaron la carrera de Foley motivados en gran medida por su alcoholismo. Pero también introduce momentos de inspiración tras noches interminables en la que ambos músicos unían talentos.
La inspiración y amor son otras de las tramas del largometraje que confluyen en Sybil Rosen (Alia Shawkat), la pareja sentimental de la leyenda del movimiento conocido como Texas Outlaw Music. Ella fue su musa y la que le motivó a que mostrara sus canciones al mundo. Sin embargo, sufrió los problemas con el alcohol del artista y sus ausencias por las giras ruinosas.
Blaze Foley fue amigo de Townes Van Zandt y formó parte del Texas Outlaw Music Movement
La tercera pieza narrativa del biopic es el último concierto que ofreció Blaze en la que se vuelve a percibir sus sombras y luces. Un bar de carretera es el escenario en el que con unos medios paupérrimos intentan grabar el recital ante una decena de personas. Blaze da rienda suelta a su desgarro y a sus interpretaciones sobrecogedoras pero también a sus manías. Ya en las décadas de los 70 y 80 el público charlatán que no respeta a los artistas se dejaba notar. La respuesta de Foley era increparlos o como hace en su actuación final, parar y utilizar métodos más beligerantes con un “voceras”.
Ethan Hawke equilibra con maestría estos segmentos narrativos, desmenuzándolos y salpicando con ellos las algo más de dos horas de metraje. Ben Dickey y Alia Shawkat interpretan con hondura al antihéroe y su pareja, en esta producción que es la antítesis a los blockbuster biográficos de las rockstar que han triunfado en la cartelera y los que están por llegar.
Por Trenca