Las bajistas

*Una filia musical hacia las bajistas como D’arcy Wreztky, Kim Deal, Kim Gordon o Isabel Cea…*

No tengo ni idea de música. Lo confieso. De hecho, siempre me he declarado más mitómano que melómano: habitualmente me han interesado más las luchas de poder dentro de los grupos y los entresijos de las grabaciones de los discos que saber qué instrumentos utilizaron o qué notas suenan en las canciones; un libro o un documental sobre lo granuja que fue éste o aquél cantante me llena mucho más que las tablaturas de mi disco preferido; me atrae más investigar qué episodio biográfico quisieron reflejar en la letra de alguna canción que el modo en que se toca un tema (mi bagaje guitarrístico se reduce a unos tristes acordes). Me da miedo pensarlo, pero es probable que tuviera serias dificultades para decidirme entre ver un concierto o meterme en la furgo con mi grupo preferido al término de la actuación.

Y hay un fenómeno que constituye uno de mis mayores intereses dentro de mi particular mundo mitómano musical: las bajistas.

Y es que los grupos que incluyen bajista femenina me atraen irremediablemente y no sé si fue primero el huevo o la gallina, es decir, que no sé si me fijo primero en el grupo y luego caigo en la cuenta de quién toca el bajo en él o si, inconscientemente, busco grupos con las bajistas para hacerme fan pero el caso es que Smashing Pumpkins con D’arcy Wreztky (después han tomado su puesto sucesivamente Melissa Auf Der Maur, Ginger Reyes y Nicole Fiorentino, siempre una mujer bajista), los Pixies con Kim Deal, Sonic Youth con Kim Gordon o, en la escena nacional, Triángulo de Amor Bizarro con Isabel Cea, me gustan y ¡mucho! ¡Y hasta me decepcioné cuando en un concierto de El Columpio Asesino descubrí que Cristina Martínez tocaba la guitarra y no el bajo!

De la Monarquía a la Criptocracia, Triángulo de Amor Bizarro.

También en España,  entre los fundadores de Los Planetas, se encuentra May, bajista de los de Granada durante sus dos primeros discos (Super 8 y Pop) y que aportaba otro aliciente más para el mitómano: en los conciertos tocaba de espaldas al público por timidez, ofreciendo una imagen muy curiosa del grupo en sus directos.

Pero volviendo a los Pixies, su bajista Kim Deal no es una mera comparsa dentro del grupo con el único objetivo de mostrar una imagen exótica de cara a mitómanos absurdos como yo sino que, a mi entender, define con su bajo gran del parte del contundente sonido de los bostonianos, aunque esto me lo podría contradecir algún amigo melómano, claro.

Gigantic, Pixies.

POR PARCA