Los tres de West Memphis

En 1993 tres niños fueron asesinados en West Memphis, Arkansas. Tenían ocho años y la policía los encontró ahogados en un canal, atados de pies y manos y con los cuerpos destrozados. A uno de ellos le habían arrancado el pene y el escroto. Un año más tarde, tres jóvenes de 16, 17 y 18 años eran juzgados y condenados. La acusación se fundamentó en la confesión de uno de ellos -obtenida por la policía mediante coacción, según expertos citados a declarar- y en el interés que los otros dos sospechosos tenían en el mundo del ocultismo.

Un caso clásico de “escuchaban música satánica y bebían sangre humana en rituales y misas negras” en cualquier telediario de bien. En 2011 el volumen de irregularidades que presentaba la investigación -denunciada por varios colectivos desde el principio del juicio- se hizo insostenible ante la aparición de nuevas evidencias. Los condenados fueron puestos en libertad, no sin antes verse obligados a firmar que quienes los juzgaron tenían todas las evidencias para declararlos culpables. A pesar de su inocencia, habían pasado 18 años en la cárcel y ni siquiera podrían denunciar al Estado.

A tres hombres condenados (uno de ellos a muerte) injustamente se les robaron 18 años de vida. Tres niños torturados y asesinados a los que se les robó mucho más, aparte de un pene y un escroto. Una historia triste y cruel. Una historia de violencia y desesperanza. Una historia en la que nadie gana. Nadie gana, y que Dios me perdone por frivolizar aquí, salvo yo.

Durante todos estos años de injusticia varias plataformas han apoyado a los Tres de West Memphis (WM3). En algún punto la naturaleza de estos colectivos converge con los más exquisitos gustos musicales americanos –los míos- y de toda este rosario de despropósitos lo que yo obtengo son, aparte de cuatro documentales fantásticos, dos de los mejores discos recopilatorios de los últimos años.

Lejos de refritos y amalgamas editados por discográficas al tuntún, se trata de dos discos benéficos creados para la causa por los propios artistas. Henry Rollins, uno de los elementos más activos en la defensa de los WM3, se rodeó de lo mejor –según se mire, lo peor- para hacer este discazo de versiones de Black Flag. Hank3, Lemmy, Ryan Adams, Mike Patton, Nick Oliveri, Tom Araya, Iggy Pop o Tim Armstrong son algunos de los nombres que el polifacético autor congrega en Rise Above: 24 Black Flag Songs to Benefit the West Memphis Three. La materia prima, tratándose de las canciones de Greg Ginn en Black Flag, es de por sí inmejorable. Pero el disco tiene un sanísimo toque de eclecticismo fresco con tanto rockero comprometido y desinteresado de por medio.

Rise Above: 24 Black Flag Songs to Benefit the West Memphis Three

Free the West Memphis 3, quizá menos personal pero con mucho mayor recorrido, es de esos que suenan en casa hasta romperse en pedazos. Quizá sea por juntar a Supersuckers, Zeke, Steve Earle, Rocket From The Crypt, Joe Strummer o Mark Lanegan en un mismo disco. Quizá sea por las versiones de Pantera, Iron Maiden o Danzig. Quizá sea por el discurso de Jello Biafra («Como aquellos tres tipos de West Memphis, Arkansas, que fueron condenados por el brutal asesinato de tres niños; uno está en el corredor de la muerte, los otros dos encerrados de por vida.

La evidencia utilizada para condenarlos fue que vestían ropa negra y escuchaban heavy metal. Libertad para los Tres de Memphis. Si dejamos que siga adelante, esto podría pasarle a cualquiera. Podría pasarme a mí. Podría pasarte a ti.»), o puede que por ese fenómeno tan extraño y agradable de escuchar a Eddie Vedder cantando una canción que no aburre. Sea como sea, llegado el final del disco la ilusión por volver a ponerlo vuelve con esa sensación de haber sido uno mismo el que eligió temas e  intérpretes. Y es que de por medio hay tres infanticidios y quién sabe cuántas vidas destrozadas, pero yo lo único que veo son dos discos que perfectamente podrían haberse titulado Varios#1 y Varios#2, de mi puño y letra sobre un Verbatim cualquiera.

Free the West Memphis 3, Poor Girl, Eddie Vedder & Supersuckers

POR JUBÓN