Marky Ramone & WK: A Punk Rock Association
El sábado 13 de julio en la sala madrileña Gruta 77 hizo parada la que ha sido sin duda la gira española más mediática de Marky Ramone, acompañado por Andrew WK. Fue una grata sorpresa ver la atención que recibió el batería de los “Fast four” a su paso por la península. Quizás el homenaje audiovisual que rindió La Casa Encendida a los Ramones tuvo gran parte de culpa, porque en lo que respecta a la agenda y al ritmo informativo, este verano está pareciendo una contrarreloj del Tour de Francia. Eso sí con muchos de los integrantes de los equipos “favoritos” para la victoria dopados por la corrupción política.
Así, por ejemplo, uno no salía de su insólito regocijo al escuchar “I wanna be sedated” en el programa de la Cadena COPE La Tarde, presentado por el bonachón Ramontxu “cuidado que sale la vaquilla” García.
En esta ocasión, Marky contó con Andrew WK para ejercer de maestro de ceremonias de esta “fiesta ramoniana”, como bien definió el cantante de los teloneros El bueno, el feo y el malo.
Los encargados de abrir la velada afrontaron en versión acústica el repertorio de la banda de Queens, por supuesto, sin “pisar la manguera” a los protagonistas de la noche. Iniciaron su actuación con una sentida “We want the airwaves” y alcanzaron el clímax con “Danny says”, uno de los temas a reivindicar del álbum producido por Phil Spector “End of the century”.
Finalizados los prolegónemos y tras sonar “It´s time to party” de Andrew WK, la sala recibió con indiferencia el tema que acompaña a los títulos de crédito de “El bueno, el feo y el malo”. El que aquí escribe, como bien aprendió con el álbum en directo “Loco live”, gritó si de un salmo se tratase “Hey ho. Let´s go!” al ritmo de esta composición de Ennio Morricone, ante la apatía del respetable. En ese momento cual aparición chamánica Eric Jiménez, batería de Los Planetas, me comentó al oído… “Aquí hay muchos que se visten de lobos y están como ovejas en el rebaño…”
Sin tiempo para más el ente de Eric regresó a Granada cediendo el testigo de las baquetas a Marky y con Andrew WK llevando la voz cantante. Éste encaró los primeros temas con una actitud casi psicótica dejando los ojos en blanco y otorgando el protagonismo cuando era conveniente o superfluo al que fue durante 15 años responsable de marcar el ritmo a los Ramones. ¿Alguien ha escuchado algún momento para el lucimiento del batería en la discografía de los autores de “I believe in miracles”? Sin embargo Marc Steven Bell optó por introducir alguna floritura cuando no venía a cuento. Pecados veniales de una rockstar.
Por su parte WK, ataviado con una camiseta y un pantalón llenos de lamparones que apenas podían adivinar una blancura original, convirtió su gesto diabólico en una actitud que invitaba a celebrar y a exaltar el legado de Joey, Johnny y Deedee…
Así se originaron los primeros pogos, los primeros “crowd or body surfing”, que para aquellos a los que el público llevó en volandas hasta el escenario, Andrew tenía preparado un último reto: sentirse por unos momentos Joey Ramone y cantar los himnos de la banda neoyorquina.
En no más de una hora y media Marky y sus secuaces repasaron toda la discografía de la formación que nos preguntaba si recordábamos escuchar rock and roll en la radio; desde su primer álbum homónimo con “Beat on the brat”, hasta el último disco de estudio “Adiós amigos” con “I don´t wanna grow up”, una versión de un tema original de Tom Waits. Incluso Andrew, se atrevió con otra “cover”, «What a wonderful World», incluida en el disco póstumo de Joey Ramone «Don´t worry about me».
Para lo bises reservaron «Do you remember rock and roll radio?» entre otras…
… y como colofón final «Blitzkrieg Bop» para terminar de arrebatar a los asistentes.
PD: Gabba gabba hey!
Por Trenca
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