Postales desde el PielaRock 2019
520 rostros felices, según la organización – de la delegación del gobierno en El Real de San Vicente aún no hay cifra oficial -, acompañaron a los artistas que se subieron al escenario del PielaRock 2019 el pasado sábado 31 de agosto. Había muchos motivos para la alegría: el flow que derrocharon Adry y Markla, el unplugged de Black Mouth, los temazos con los que DJ Doogan cerró la noche o el «ajuste de cuentas» que supuso para varias generaciones ver a Los Toreros Muertos, tras veintitantos años de su anterior parada en dicha localidad serrana.
Para mantener, recuperar o compartir ese estado de euforia que nos dejó la segunda edición (hay que ir pensando ya en la tercera) de esta cita con el rock en la Sierra de San Vicente, os enviamos estas seis postales que inmortalizó nuestro colaborador Óscar GM.
Fresh cura desde el Piélago
Adry y Markla fueron los últimos artistas en incorporarse al cartel del PielaRock 2019 y los primeros en realizar la difícil tarea de subirse al escenario y caldear el ambiente. Para ello venían armados de un buen puñado de rimas que emanaban mucha calle.
La insolencia y el amateurismo de su directo conquistó al público desde el primer tema. El descaro, especialmente el de Adry, de estas dos promesas del hip hop viene de serie y seguro que lo mantendrán e , incluso, lo aumentarán. Y los desajustes propios de los inicios se irán puliendo.
Es fundamental que les acompañe sobre las tablas un dj o simplemente alguien que dé al «play» y lance las bases, ayundándoles también a llenar el espacio escénico. Éste es el único pero de las grandes revelaciones del segundo PielaRock.
Talento innato
De Adry teníamos su rotunda carta de presentación Run Madafaka pero con Markla fue una cita a ciegas, aunque prometió que compartiría sus primeros temas próximamente. Por lo ofrecido en esta velada estival, nos esperan versos que narran historias de redención.
La unión de estos MC suma y se completan, al transmitir de maneras distintas sus vivencias. Adry, desde una actitud punk y canalla y Markla, desde el desgarro, utilizando sus temas como una vía de expiación.
La historia del rock en versión desenchufada
De la Creedence Clearwater Revival a Izal, pasando por la Dave Matthews Band y Rosendo. Así fue el repaso en modo acústico a la historia del rock de Black Mouth. El talento musical de Rubén Díaz, voz y guitarra, ya lo había dejado patente en otros proyectos como Medusa Thompson. El de su compañero al cajón, Rodrigo Muñoz, lo desconocíamos y fue otra de las gratas sorpresas del festival.
Gran parte de su repertorio fueron himnos de la década de los 90 del siglo pasado como Karma Police, de Radiohead o Losing my religion, de REM que evidenciaron los referentes del dúo en dichas versiones y en las composiciones propias. Unos temas que atraparon a los asistentes y que deberían animarles a dar el salto a realizar conciertos prescindiendo de obras ajenas.
Oreja a la plancha y Jagger
¿Cuál es el secreto para que Los Toreros Muertos armen su Estruendo Folklórico? ¿Oreja a la plancha regada con un conocido licor alemán? Por los continuos comentarios de Pablo Carbonell y su cuadrilla, ni desmentimos ni confirmamos…
De lo que sí podemos dar fe es que se metieron en el bolsilllo al público del PielaRock desde el minuto uno. Empezaron dedicando el concierto a dos vecinos queridos e ilustres de El Real de San Vicente, que ya no se encuentran entre nosotros: Carlos Díaz, manager de la banda hasta mediados de los años 90, y Macu, que regentaba el quiosco de la localidad, y con la que Pablo compartió alguna que otra anécdota en sus anteriores visitas.
Como mandan los canones del toreo, esta surrealista cuadrilla dividió su faena en tres tercios. En el tercio de clásicos, el más celebrado, no faltaron sus populares éxitos como Manolito, Yo no me llamo Javier o Mi agüita amarilla. El segundo tercio estuvo compuesto por esas canciones que se merecen el reconocimiento del gran público como El último mono de la NASA, Hoy es domingo o Twist’as loca. Y por último, el de las nuevas composiciones, en las que abordan los géneros que aún no había llevado Carbonell a su extravagante universo con sus pintorescas letras. ¿Quién a estas alturas del siglo XXI iba a dedicar una canción al bául de Doña Concha Márquez Piquer?
Queríamos un show y Los Toreros Muertos nos dieron un show
¿Tú quieres un show? Nosotros tenemos un show… ¡Y vaya show! Las interpretaciones de Carbonell rozaban la «performance», ayudado por un sinfin de artilugios que extraía de una caja. Como si se tratase del bolsillo mágico de Doraemon, el «front man» gaditano sacaba un cerdito de goma, una bocina… y dependiendo del cachivache, así comenzaba a desarrollar las canciones. ¡Barra libre para la improvisación que divirtió a todos!
En lo estrictamente musical, la salida del teclista y miembro fundador de la banda junto a Many Moure y Pablo, Guillermo Piccolini podía presagiar que el directo se resintiría. Ante esa ausencia emergió la maestría de Fernando Polaino a la guitarra, protagonizando momentos de gran lucimiento como el solo que se marcó emulando a Mick Ronson, en la medley de El último mono de la NASA con Space Oddity de David Bowie.
Mención aparte merece Many, que escoltado por la contundencia de Toni Iglesias a la batería, gozaba y hacía gozar. Su disfrute a las cuatro cuerdas llegaba al público e , incluso, se recreaba con poses a lo «rockstar» o en su caso a lo «basstar».
Estacazo de hits
Dj Doogan, que debe su nombre artístico a la leyenda de la WWF Jimmy «Estaca» Doogan, tiró de veteranía para desarrollar una sesión bailable y ecléctica que mantuvo el ambiente festivo logrado por sus predecesores en el escenario. Retuvo a gran parte de los centenares de asistentes hasta el cierre, quizá, porque muchos no queríamos que acabara esa noche para el recuerdo y aún veíamos un poco lejos el PielaRock 2020.
Por Trenca
Fotos de Óscar GM