Coke (Chain of fools): «Muchas veces me viene a la mente la imagen de John Cusack en ‘Alta Fidelidad’ rodeado de discos»
Camino a la mercería y tienda de discos Hiper Textil Cadena Q / Chain of fools… – Sí han leído bien. Mercería y tienda de discos -…hacemos recuento de los negocios de toda la vida caídos en la calle Ángel del Alcázar – ¿Este nombre respeta la Ley de Memoria Histórica? -, de Talavera de la Reina. Hace años fue una de las arterias comerciales de la ciudad. Hoy los carteles de “Se alquila” mandan.
Es un viernes a las 19:30 y no nos cruzamos con un alma y sí con varias cafeterías cuquis. ¿Dejará Talavera de ser una ciudad para salir de cañas y pasará a ser una ciudad para salir a desayunar o tomar un brunch? En el número 42, de la nostálgica vía llegamos al singular negocio que lleva Jorge Pérez Montes, conocido en la escena musical talaverana como Coke.
Atravesamos el pasillo entre lencería fina, calzoncillos slips de algodón, fajas… y en un rincón emergen los dos altavoces que dan la bienvenida a la sección de discos. Allí nos espera Coke y nos ponemos a repasar sus antecedentes musicales detrás de la batería: “Empecé con 13 años y con 14 ya tenía unas cajas y unos platos. La primera formación fue un grupo de versiones con el nombre horrible de Titanic que fue el germen de Vesania. Con Titanic tocamos en la Caseta de la Juventud de las Ferias de Talavera haciendo versiones de Metallica, Skid Row…”
Con Vesania compartieron cartel con bandas de la primera ola del indie español como Pribata Idaho, grabaron una maqueta con Javier Almendral que había trabajado con Pauline en la Playa, Psilicon Flesh, Manta Ray…De ahí Coke y sus compinches abrazaron el rock sureño y se perdieron en las sonoridades del Cañón del Laurel bajo el nombre de La Niche.
Ficharon por La Fábrica Magnética, el sello fundado por Servando Carballar (Aviador Dro) tras salir de DRO, con el que editaron un disco. Y llegamos a lo que para un servidor es una de las cimas de su trayectoria, la banda de americana New Old Stock. Una cima que para Coke “me costó una depresión casi”. El motivo ver años después de la edición de su único LP en 2013 como otra banda del mismo palo “lo petaba”, Morgan. Escuchen y comparen.
Tras ello formó Los Flacos, Steel Truckers…y ahora sobrevive como soldado de fortuna en la banda de versiones Dark Chocolat, con varios de los mismos secuaces de La Niche. Aunque avisa: “Tengo ganas de volver a tocar mis temas. Hubo un intento de grabar algo con La Niche en 2019 pero no cuajó”.
Durante la conversación Coke se dispersa con temas tecnológicos del sonido analógico, de cómo cortar y planchar los vinilos, del magnetófono que pilló para grabar las maquetas de sus bandas…Aunque licenciado en magisterio de inglés, nunca ejerció y quizás se perdió un gran ingeniero de sonido. Su pasión por los cacharros tiene una explicación: “Mi abuelo era jefe de seguridad en Boetticher y Navarro en Madrid y todos los sábados me iba con él a las naves. Y ver esas máquinas me dejó muy zumbao”.
Y ahora vamos al meollo de la entrevista saltando del estilo indirecto al directo porque sí.
¿Cómo surge la idea de dedicar un espacio del negocio familiar que regentas a la música?
Cuando cumplí 40 dije: ¡Hostia, tío! Haz algo que te motive para levantarte de la cama. Las bragas y lo otro es una herencia. Da para vivir pero lo que te apasiona es el mundo de la música.
A eso hay que sumar un viaje a Japón en 2015 que me inspiró. Flipé en colores. El sistema de fichas comentando estilo, edición del vinilo, etc. lo vi allí. Vi a tíos en tiendas con los cascos puestos para hacer la ficha. Esto es lo que a mí me mola, aunque vendas de segunda mano que el cliente sepa lo que tiene y que está pagando un precio justo por su estado.
También los amigos me animaban a montar una tienda de discos. Tenía otro local en la avenida Pio XII. Era muy grande, no tenía alma y el barrio estaba más “matao”. Pero este es más barrio. Con la ropa, con los sujetadores… va a parecer más friqui pero eso va a atraer a la gente.
Además, la superficie de la tienda donde se ubican los vinilos era zona casi outlet con prendas a 2 ó 3 euros y encima la gente se metía y te robaba esas prendas. Jode, que son 2 pavos. Que es una camiseta española que está de puta madre. Tiene muchos años pero está empaquetada en su bolsa.
Y dije tengo que poner algo que dé valor a la tienda y atraer a gente distinta, que sea gente a la que le guste la música. Y parece que funciona. De aquí han salido tertulias políticas, literarias… Se convierte casi en un club social.
Pero antes necesitaba material que vender. En 2018, elegí un momento muy malo. Los vinilos estaban subiendo. Antes se encontraban de segunda mano muy baratos. En los 90 cuando apareció el cd mucha gente se quitó colecciones, casi “regalás”. Era casi un favor. Pero yo me encontré con problemas para comprar y vender a un precio razonable.
Y en ese mismo año me salió una colección super tocha de una discoteca en Arenas de San Pedro. Eran más de 2.300 piezas, 1750 entre LPs y maxis y cerca de 700 singles y con eso arranqué un poquito.
En marzo de 2020 iba la ser a inauguración oficial con un concierto…y el 14 de marzo pandemia. Tenía el concierto para el 22. Venían unos chavales de Burgos, Simoneta, con un pop naive mezclado con Neil Young.
¿Supongo que también te habrá inspirado la novela de Nick Hornby Alta Fidelidad?
¡Tú, veráh! Muchas veces me viene a la mente la imagen de la versión cinematográfica con el actor John Cusack sacando los discos y estando rodeado de ellos. Yo tengo alrededor de 4.000 y me parecen poquísimos.
¿Y por qué llamaste al espacio Chain of Fools?
Por el tema de Aretha Franklin que lleva ese título. Junto a Mavis Staples es casi mi favorita. El soul me flipa. De Aretha me quedo con su etapa en Atlantic… Y aunque la canción hable que ella pertenece a la cadena de tontas a la que ha engañado un tipo, yo realmente lo cogí por la coña y analogía de Hiper Textil La Cadena. No es que quiera insultar a mi clientela (risas), pero esa era la coña.
¿Has llegado a soñar con que la música ocupe todo el espacio del negocio?
Mucha gente me dice que cuando voy a ampliar el espacio. Pero por ahora está bien. Ahora es viable porque conviven los dos espacios. Reconozco que si en Talavera tuviera que poner una tienda solo de discos sería muy complicado.
También ajusto los precios a la situación de la ciudad pero sin descuidar el producto. Me llegan colecciones que tengo que decir que no por el precio. Si compro un disco a 10 pavos, como mucho lo vendo en 12, salvo que sea una rareza o algo de los 90 porque en esa década todo era cd. Súmale que lo voy a limpiar, que le voy a meter un pavo y pico en fundas…
Por ejemplo, el doble directo mítico de Burning lo vendí por 15 pavos. Soy consciente de como está Talavera.
¿Y se dan casos de clientes que vengan a la tienda por ejemplo a por unos calzoncillos descubran espacio dedicado a los vinilos y se llevan también LPs?
Sí que se dan ventas cruzadas. Gente que viene a por ropa interior y me pide discos de The Beatles, de Los Pecos…Recuerdo unos chavales que se trajo Alfonso Monasterio a tocar en el Beer Garden. Venían de Valencia y uno necesitaba gayumbos y se llevaron un maxi de Sonic Youth.
La media de edad de clientes habituales de la mercería es alta y han vivido la época del vinilo. A los señores que vienen con sus mujeres metiéndolas prisa, pues les pongo boleros. Las mujeres se van a dar una vuelta a la tienda y los hombres se acercan a las zonas de los vinilos y me cuentan “con esta conocí a mi mujer” o “ligué con esta otra”.
¿Cuál es tu primer recuerdo en una tienda de discos?
Mi primer recuerdo en una tienda de discos fue en Madrid Rock, creo que en la calle Arenal – ¡casi! según Google estaba en la Calle San Martín, 3. Perpendicular a la vía que comenta Coke-. Muy estrechito con dos plantas. Fue en mi época heavy aunque me pillé el primero de Eric Gales, que sonaba una mezcla de Jimi Hendrix con un toque urbano. No te voy a decir hip hop.
Y la segunda más gorda cuando entré en Melocotón. Eso era como viajar a los 60, 70. Tenían ese periodo conservado en formol. Era la primera vez que veía los vinilos de Jimi Hendrix, Cream. Ese día me compré el single del Alive, de Pearl Jam. 700 pesetas.
¿Cómo es tú tienda de discos soñada?
Mi tienda de discos soñada está en Toronto, Cosmos Records, que la lleva precisamente un «japo» que mola todo. Tiene soul, funk y jazz…originales de Stax, de Atlantic…
¿Por qué se valora tanto la edición original de un vinilo?
A mí me interesan las ediciones de los países de procedencia de los grupos, que es donde está el master original y está prensado. Las ediciones en los otros países son una copia sobre copia y el sonido va perdiendo calidad.
¿Eras cliente habitual de las tiendas que había en Talavera o preferías ir las que mencionas de Madrid?
Era cliente habitual de New Music y de Escridiscos. Hubo un antes y un después con Guillermo, el propietario de Escridiscos. Te fichaba y ya no te veía como ¿Este a que viene? ¿A tocarme las narices? ¿De verdad le gusta la música? Me recomendó cosas como Johnny Winter, la Creedance, Cream… También iba a Fan Record. Esa fue la época del cd. Ahí me pillé otro disco que me marcó de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán.
¿Crees que existe escena musical en Talavera?
Algo hay porque hay bandas tocando y luego hay un montón de chavales tocando en la escuela municipal…. La pena es que ninguna banda haya tenido más repercusión. Y el principal problema es que no hay garitos para que la gente pueda rodarse. También veo difícil que alguien pueda mantener una sala con la situación actual que vive Talavera.
¿Cuál es tu chambergo de entretiempo favorito?
Una Levi’s vaquera azul clásica, totalmente country, vintage y con forrillo. Ha vivido muchas aventuras, conciertos, borracheras…
Pínchanos un chambergazo.
Simple Man, de Lynnyrd Skynnyrd.
Texto Trenca
Fotos Óscar GM