Medusa Thompson en la batalla de la Caracol
Tras un 2013 marcado por cierres y reaperturas la inquieta Sala Caracol, con más de 20 años albergando conciertos, volvió a la acción sin sobresaltos el pasado mes de septiembre. Y lo ha hecho contando en su programación con una actividad tan necesaria para las formaciones emergentes y deseosas de dar a conocer sus propuestas: las batallas de bandas.
A una de estas reyertas musicales acudieron Medusa Thompson, un cuarteto de rock que bebe de formaciones como Pearl Jam, Soundgarden o Nirvana, que hicieron de la década de los 90 un período rabioso y excitante de la historia de la música. De ellos han tomado las guitarras y unas bases rítmicas poderosas, pero no el idioma. Han elegido el castellano para expresar sensaciones y maneras de encarar la vida en la que se entremezclan la desazón y el inconformismo.
Con estas influencias y tras participar en el disco colectivo Conciertos Solidarios con los temas Rock and Roll y Todo me da igual, sus primeras y únicas referencias editadas por la banda hasta la fecha, que se puede disfrutar a través de Spotify; se presentaron en la batalla de la Caracol. Las cualidades sonoras del recinto se adaptaban perfectamente a los guitarrazos ejecutados por Juanma y Rubén.
Al segundo, encargado también de transmitir con su voz versos de furia y desasosiego, se le escapaba un movimiento de guitarra que tomó Kurt Cobain como una de sus señas de identidad sobre un escenario. Ese balanceo tan genuino del mártir de Aberdeen mientras distorsionaba sus 6 cuerdas, es el único desliz que se permite Rubén tras casi 20 años “haciendo” de Cobain.
El frontman de Medusa Thompson comenzó como muchos otros grabando sus primeros temas en cassettes, a los que acompañaba con versiones de Nirvana. De ahí pasó a formar una banda tributo, Trick or Treat, y a patearse las salas madrileñas. En uno de esos bolos conoció a los integrantes de Red Hot Chili Tribu, Alberto (Batería); Juanma (Guitarra) y Amalio (Bajo). Los cuatro quizás cansados de emular a sus ídolos decidieron lanzar sus propias composiciones bajo el nombre del monstruo de la mitología griega.
Una vez conocido su pasado, toca regresar a la Sala Caracol. Sabiendo que solo disponían de 4 canciones para convencer al público, se lanzaron a por este set corto pero enérgico sacando el máximo partido a las características del local, como comentaba anteriormente.
Fue una actuación en la que no dejaron prisioneros y se mostraron como una banda ya rodada con un sonido cohesionado y musculoso. Además, justificaron por qué habían elegido Rock and Roll y Todo me da igual, los dos temas más inspirados de la brevísima actuación, como carta de presentación.
Estaremos pendientes a próximos lanzamientos para lanzarles el reto al que toda banda emergente debe enfrentarse… la Entrevista Chamberga. ¿Estarán preparados Medusa Thompson?
POR TRENCA