Recompensa
Siempre canta en la ducha. Siempre con su voz profunda y potente. No podría contar cuantas canciones conoce íntegramente, cada letra, cada inflexión melódica, que el artista de turno no ejecuta de manera diferente a la suya. También le gusta cantar en el coche, a voz en grito. Así se recupera cuando el ánimo está bajo. La música siempre fue una pasión y una diversión. Difícilmente podría haber imaginado que iba a llegar el momento en el que se podría escuchar e imitar como al resto de artistas, en la ducha o en el coche. Se siente orgulloso, satisfecho y reconfortado y más ahora con su banda, Dondante.
Para quien no deja de darle vueltas a todo, de teorizar sobre lo divino y lo profano, la música no es una excepción. Pone el mismo empeño y corazón en componer con su guitarra que cuando pinta un cuadro. Alguna curva casi revienta su viaje musical, pero supo enderezar el volante ayudado por la experiencia adquirida en viejas carreteras. Al fin, tiene su opera prima con su grupo, Dondante. Se siente orgulloso, satisfecho y reconfortado.
El talento lo eligió a él. Siente que cuando toca se eleva por encima de las cosas que le rodean. Deja de existir, o quizás empieza a existir y a empaparse de realidad. Tocando encuentra su sitio; tocando con sus amigos ese sitio es más acogedor y cobra mayor sentido. Se siente orgulloso, satisfecho y reconfortado.
Llevo más de quince años tocando la guitarra. La mayoría del tiempo cerca de estos tres tipos. Ahora, como dice la quinta persona involucrada, hemos fotografiado nuestro espectro musical actual. Tener la foto de lo que estamos haciendo de nuevo juntos probablemente sólo sirva para algún día escuchar atrás y revivir los ensayos, los conciertos, las discusiones, las canciones…pero para eso sirven las fotos, para recordar. Ser parte de todo eso me hace sentir orgulloso, satisfecho, reconfortado, afortunado y agradecido.
POR CHAQUETÓN