“¡Que en Toledo hay escena!” (Cara A)
Siguiendo el formato de doble artículo, Cara A y Cara B, que ya usamos para Mi Chambergo Domus Fest y como homenaje a los dos formatos, casete y vinilo, en los que Sudor edita sus hits, aquí va el primero de los artículos que narran las gestas jartúricas y las algaradas sudóricas.
Chema, batería de King Jartur and His Lords, era el último en retirarse del escenario del Fun House tras el “bolazo” que acababan de marcarse en la Fiesta II Aniversario de Mi Chambergo de Entretiempo. Con su gesto hierático se acercó al micro y proclamó: “¡Que en Toledo hay escena!” Y Santas Pascuas. Subió por las escaleras que daban al camerino y durante unos minutos desapareció.
Sus palabras resumían perfectamente el segundo motivo que había inspirado la organización del concierto, reivindicar desde nuestra humilde y hedonista labor que en Toledo y en Talavera hay una escena musical con bandas, promotores de conciertos, sellos, estudios de grabación… El primer motivo era corrernos otra juerga reuniendo a gran parte del equipo que formamos el blog, que por cuestiones de número y de lugares de residencia, es difícil que se dé.
Héctor Sudor hizo de maestro de ceremonias y con una arenga catártica invitó al público a someterse a su tratamiento contra la Toleditis rancia e imperial, a base de un arsenal de descargas de adrenalina directas al cuello. Sus speedícos temas, que no superan los 2 minutos, pillaron totalmente desprevenidos a aquellos que probaban de nuevas su jarabe de palo. Desconocían el poder devastador de su música y sus letras.
La primera vez que vi a Sudor fue el mismo día que escuché el último disco de Pearl Jam, un trabajo que prometía rabia y mostró medios tiempos melifluos. Estos últimos años que estamos padeciendo merecen ser cantados como un reflujo de bilis que tras una mala digestión segrega la vesícula, te prende fuego al estómago y te sale en forma de esputo por la boca. Eso es Sudor y su antítesis Eddie Vedder tocando el ukelele.
En la segunda ocasión me quedé con la sensación de que habían perdido el factor sorpresa. Pero esta última, no sé si por las condiciones acústicas de la sala, por la arenga de Héctor o por la emoción de debutar en la organización de conciertos, me pareció la más demoledora. Además, también sirvió para descubrir uno de sus hits, «Algo en su cabeza hizo crack«.
Cumplida su misión de arrasar el Fun House dejando grogui al público, Sudor se retiraron. Llegaba el turno de las huestes jartúricas, que tras recuperar el Santo Grial nos dieron a beber de él un combinado de surf, garage y beat. La mezcla perfecta para recuperarnos del K.O.
El monarca toledano de los sonidos sixties eligió como blasones para esta justa un casco, que rápidamente abandonó para atacar con la siempre letal armónica, combinándola con esas armas para el baile masivo que son las maracas. Cubriendo perfectamente la retaguardia se encontraban los Lords que saltaban de estilo en estilo sin dejar de entrever ni un ápice de torpeza. Son una auténtica máquina para el desmadre medieval que dirigía Jartur.
La solvencia de la banda dejaba vía libre para que su líder bajara del escenario y guiara las danzas del público. Si se daba la oportunidad subía las escaleras que daban al baño y acompañaba a las damiselas hasta las letrinas. Eso sí, siempre respetando esos momentos de intimidad, cual “chevalier” del “cagco viejo” que no atraviesa la Puerta de Bisagra sino es con el beneplácito de las doncellas.
No conforme con eso, Jartur se jugó el tipo y demostró su hombría y espíritu cafre a partes iguales, subiéndose a barandillas y sujetándose del soporte de los focos. Es más, cual faquir se arrastró por el suelo y bailó break sobre un suelo con cristales. Espectáculo total que le provocó un aparatoso corte en un brazo que no atendió hasta el final del show. No fue nada. La sangre que es muy escandalosa.
A las 12:00 finalizó nuestro II Aniversario y comenzó el de Here come the girls que continuaron la noche con una selección musical muy acorde con los caminos que transitan King Jartur and His Lords.
Muchas gracias a todos los que habéis hecho posibles estos dos años chambergos. ¡Vamos a por el tercero!
*Más fotografías del evento en el flickr chambergo y aquí.
POR TRENCA
Jose Vazquez
Ah! y ahora ya tengo claro lo que es un «pogo».
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