Teatro Lara: Como en casa
Voy a dedicar estas líneas a una extraña reivindicación: gracias Teatro Lara por lo que has hecho por el turno de tarde. Más en concreto, MI turno de tarde.
Hasta ahora la secuencia era así: salir pitando de mi puesto de trabajo, dos o tres transbordos de metro, un último sprint hasta la sala en cuestión y… ¡llegar con el concierto empezado y sin cenar! El resto de la velada la solía pasar de puntillas para evitar al maromo de turno (en mi caso particular maromos son el 90% de la gente que me rodea) pero a la vez encorvado para vislumbrar parte del escenario entre un codo y una columna (muchas gracias arquitecto de La Riviera).
Pero ahora, debido a la interesante programación del Teatro Lara, a sus tardíos horarios y, llamadme viejuno, a sus butacas numeradas, he podido llegar sin agobios y bien cenadito a disfrutar de bandas como Wild Honey o The Wave Pictures y de solistas como Nacho Vegas, homenajeando al cine de Mike Leigh, o Lee Ranaldo de Sonic Youth.
Otro valor añadido de mi nuevo recinto de conciertos favorito es que al final de la actuación los artistas se dejan ver por el hall del teatro para vender sus propios discos y charlar con la audiencia, haciendo del pequeño Teatro Lara un lugar muy especial.
POR PARCA