Tendido Cero presentan «Que pague Puigdemont» en las Entrevistas Chambergas
David, Dani y Sara con Tendido Cero doblan sus personalidades para meterse en la piel de un trío Punk (muy importante la mayúscula como podréis comprobar a lo largo de la entrevista) que canta por la unidad de España, alabando las tradiciones más populares que nos hermanan y los triunfos deportivos de los nacidos en la piel del toro que nos colman de orgullo.
Su segundo 7” QUE PAGUE PUIGDEMONT (2018, Discos de Mierda, Sweet Grooves, Monasterio de Cultura y Mama Vynila) es la respuesta de sus alter ego “patriotas” al Que pagui Pujol, de L’odi Social (1986), movidos por la loable intención de tocar los cojones a todo el mundo, sientan o no la roja y gualda.
Escuchen y lean.
¿Qué canción, que no sea de vuestra cosecha, interpretáis más en los ensayos?
David: No sé qué es eso de los ensayos.
Dani: Creo que hay letras que nos pegarían mucho como la de El Imperio Contraataca (Nikis) o la de Frontera Francesa (Larsen). Son “mucho españolas”. O por no recurrir a temas tan sobados, igual Arriba España, Abajo Francia o Malditos ingleses, que son temas que compuse para Webelos, donde militábamos David y yo. Pero Sara…
Sara: No he hecho ni haré en mi vida una puta versión. Solo hago concesiones con Sevillanas para Conquistar: Mírala cara a cara. Una canción que no debería faltar en el repertorio de ningún grupo decente.
Elegid un momento clave de la historia de la música.
Sara: El día en que Manolo se compró su bombo.
David: Cuando Don Quijote dijo: “Donde música hubiere, cosa mala no existiere”.
Dani: Aparte de cuando decidí coger una guitarra y quitarle las cuerdas que me estorbaban, creo que no está suficientemente reconocida la escena Riot Grrrl que se generó en Olympia a principios de los 90. Hay que reconocer que fuera de España también se hicieron cosas buenas. Aquellas chicas recuperaron el Punk de los grupos femeninos de finales de los 70 y primeros 80 (que había estado oculto tras los grandes nombres y que creo que fue bastante más creativo e interesante) y, a su vez, estuvieron íntimamente ligadas al movimiento Grunge (la última revolución que hubo en la música de guitarras) y fueron en parte responsables del resurgir del Punk en los 90.
¿Qué grupos escuchasteis durante la grabación de Que pague Puigdemont? ¿Han influido en el resultado final?
Sara: La grabación duró cuatro horas, durante ese tiempo estuvimos escuchándonos exclusivamente a nosotros mismos. Si que es verdad que para el sonido de las mezclas estuvimos buscando referencias que nos molasen para pasárselas al técnico. Pero entre nuestra incapacidad para expresarnos y la cantidad de grupos que le llevamos (7 Seconds, Necros, Himei…) creemos que hizo lo que le dio la gana. Pero el resultado nos ha convencido.
Dani: Creo que esas cosas solo les pasan a los grupos que están meses en el estudio de grabación o a los que necesitan inspirarse para buscar (copiar) ideas. Yo los días previos escuché mucho a Cantores de Híspalis, pero creo que no influyó en el resultado final.
David: Sólo escucho a Tendido Cero. A ver si algún día consigo aprenderme las canciones.
En el contexto que vivimos en el que la sociedad se ofende fácilmente por expresiones humorísticas y la crítica más ácida a las instituciones y poderes públicos te pueden llevar a la cárcel, ¿cómo encajáis Tendido Cero?
Dani: Bueno, creo que estamos ahora mismo en el extremo opuesto, ¿no? Nosotros le cantamos a la Guardia Civil por lo que veo difícil entrar en prisión. Lejos de cagarnos en Dios y arriesgarnos a que algún cristiano ofendido interponga una denuncia, adoramos con fervor a su madre, la Virgen (del Rocío). Si te cagas en el Rey te enfrentas a una pena de cárcel, pero en nuestras letras nosotros le ponemos por las nubes.
David: Las instituciones nos adoran. Cuando fui a renovarme el DNI me lo dieron gratis y lleno de banderas de España.
Sara: Es completamente imposible que con la interpretación literal de nuestras letras nos puedan multar o entrullar. Hay cosas tan absurdas que una mera descripción es la mejor forma de criticarlas. Y Tendido Cero estamos ahí, como hizo Fesser con Camino y el Opus o el gran Berlanga con España.
Dani: En cualquier caso, hemos llegado a un extremo en el que una canción o un chiste en Twitter te pueden costar la cárcel. Eso es un atentado contra la libertad de expresión muy grave. Esa no es la España que queremos. Una España en donde no hay libertad para expresarte. Aunque seas un puto separatista de mierda o un jipi pulgoso antimonárquico creo que tienes derecho a decir lo que piensas en voz alta, y más si se trata de un chiste. España es plural y eso tiene que estar reflejado también en las letras de las canciones.
¿Cuál es el mejor recuerdo y cuál el peor de vuestros conciertos?
Dani: El mejor cuando tocamos con Morbo, unos amigos de Perú. Pudimos hermanar civilizaciones. Vale, civilizaciones que, por otra parte, ya eran hermanas, pero me gusta pensar que aportamos nuestro granito de arena. En el pasado les dimos una lengua y una cultura, y en el presente, durante el concierto, les dimos un cuadro precioso con cuatro de nuestros mejores toreros y toreras. Se lo llevaron a Perú como un bonito recuerdo de su paso por nuestro país.
Los peores momentos son cuando alguien del público se pone a hablar en vasco y no entendemos nada. ¿Qué les cuesta hablar en ESPAÑOL? O Cuando algún despistado grita “Viva Franco”. Confunden ser español con ser franquista. Y eso nos entristece mucho. Amamos España y queremos que sea un país libre y no una dictadura en donde se carece de los derechos y las libertades fundamentales.
Sara: El peor, en nuestro debut. Yo tocaba el bajo con los dedos, no sabía tocar con púa, y de tocar tan rápido y tanto para prepárame el concierto se me hinchó muchísimo la muñeca. No disfruté nada.
El mejor, cuando David apareció con su mono sadomasoquista de la bandera de España. No me canso de verle. No seríamos nadie sin ese mono.
David: El mono sadomasoquista es un simio que nos fustiga si no somos suficientemente españoles. Nos da dolor y placer, es lo mejor y lo peor.
Describid vuestro local de ensayo en menos de 10 palabras.
Dani: Me sobran nueve: ESPAÑOL.
Sara: Nuestro local tiene la cualidad que más valora un español: es gratis.
David: Sigues preguntando cosas raras sobre ensayos. Vas a pillar.
Dani, como buen conocedor de la escena punk de Madrid ¿Cómo valoras el momento que vive? ¿Los miembros de Tendido Cero se sienten parte de ella?
Dani: Te pido por favor que cuando escribas la palabra “Punk” lo hagas con mayúscula. Actualmente en Madrid casi no hay grupos de Punk. Tanto los grupos nuevos como los que ya existían desde hace unos años han ido orientándose hacia otros estilos musicales adyacentes. La mayoría de la escena está más volcada con el Hard Core y el PostPunk. Y también hay unos cuantos que cada vez se acercan más al Pop y/o a movidas Mod, dejando de lado el Punk.
Por otro lado, las letras de los grupos y su “compromiso” político consisten en repetir, con más o menos gracia, el panfleto de siempre. Son letras muy políticamente correctas dentro de la escena. Puede que sus letras provoquen a algunos vejestorios del PP, pero esa gente jamás les va a escuchar. Jamás van a provocar algo más allá del aplauso entre la gente que escucha sus letras, su público. Simplemente les están regalando los oídos. Eso no es muy Punk que digamos. El Punk debe ser incómodo, debe provocar, escandalizar, desagradar… Una pandilla de borregos diciendo todos “beeeeee” al unísono no es la idea del Punk que tenían los grupos que lo crearon.
Creo que Tendido Cero somos de los pocos grupos Punk que quedan a día de hoy en España, porque seguimos haciendo “música” Punk y porque nuestras letras, aunque digan que no, les tocan bastante los cojones. En ese sentido nos sentimos un poco fuera de la escena porque generalmente casi nadie cuenta con nosotros para sus movidas.
Te cogen el disco en una tienda pero luego no lo ponen en las cubetas porque sale una bandera de España. Para eso, no lo cojas desde el principio. Entiendo que a nadie le apetece meter en sus conciertos a un grupo que resulta incómodo y que además toca fatal. Amigos, eso es Punk en estado puro. Pero prefieren llamar para tocar al típico grupo que escribe con arrobas para que no se ofenda ningún género y que hace canciones contra el gobierno o los zoológicos porque no es incómodo. Parece que, si no eres así, no eres de la escena. E igual no lo somos. Al menos de su escena. Porque si en el cartelito del concierto junto a la omnipresente A de Anarquía, ponen además un símbolo de la paz, Igual ese no es nuestro lugar. Aunque no diríamos que no al concierto, no nos gusta perder la oportunidad de desagradar. Y menos a unos putos jipis de mierda. Al final van a tener razón GISM con lo de “Punks is hippies”.
Por fortuna, aún queda una pequeña resistencia que piensa como nosotros y que no se mueve por estúpidas reglas y protocolos a la hora de montar conciertos. Pero no es lo normal.
Sara: Aunque esta pregunta era solo para Dani, voy a dar mi opinión porque me sale de los cojones. Ahora mismo hay un montón de escenas con sus núcleos duros, y luego gente que se mueve de una a otra yendo a lo que le gusta. Yo no me planteo quién monta qué, si me gusta y puedo, voy.
A Tendido Cero nos da igual quién nos ofrece un concierto o con qué grupos tocamos, si podemos tocar, tocamos. Como dice David “entre tocar y no tocar, siempre tocar”.
David: Sólo es Punk si lo dice Dani.
Desde Que pagui Pujol, de L’odi Social (1986) a Que Pague Puigdemont (2018), ¿cómo ha evolucionado el punk en España?
Sara: Aquí el analista es Daniel. No he escuchado a LORDI Social, pero me alegré mucho cuando ganaron Eurovisión.
Dani: Se podría decir que hay un salto cualitativo bastante importante, ya que el disco de L’odi Social es una puta mierda y el nuestro, una obra maestra. A ver, La pregunta es da para escribir un libro, pero intentaré hacer un resumen.
Está claro que la época gloriosa del Punk aquí va del 79 al 84 aproximadamente y tiene su máximo esplendor en 1982. En la segunda mitad de los 80 hay un vuelco radical hacia el compromiso político y creo que en ese sentido se descuidó más la parte musical. En la época de L’odi Social hay buenas bandas de Hard Core, pero muy pocas buenas de Punk.
En la primera mitad de los 90 se repite lo mismo, pero a mediados de los 90 empieza a resurgir el Punk “de calidad”. Curiosamente sucede cuando las bandas nuevas vuelven a fijarse en la música y empiezan a pasar de hacer letras políticas. Existe un rechazo hacia los grupos españoles anteriores y por eso se fijan mucho en las bandas americanas. Las letras no son tan importantes y por eso escuchan a grupos que cantan en inglés. Además de fijarse en las bandas del momento se descubren bandas americanas antiguas que anteriormente habían estado ocultas y eclipsadas por los grandes nombres y por Punk inglés.
Ya a finales de los 90, dentro de esta misma escena apolítica, y siguiendo la labor arqueológica de desenterrar bandas antiguas que han caído en el olvido, se vuelve la mirada hacia nuestro país. Nos saltamos todo lo anterior y el RRV y vamos a los orígenes. Comienzan a surgir un montón de bandas que empiezan a fijarse en la época dorada del Punk ibérico y que le echan cara y se atreven a salir a tocar sin saber a penas tocar. Y es gracias a esos grupos (y a internet y sus ventajas) por lo que hoy son tan famosos (y míticos) grupos de los primeros 80 que, curiosamente, en su época no se comían ni un colín.
Así pues, en los primeros años de este siglo, animados unos por otros (“Si este puede hacerlo, yo también”), empezaron a surgir grupos de debajo de las piedras. Grupos buenos y otros muy malos, sí, pero definitivamente Punks. Grupos que se enorgullecían de no saber tocar. En ese sentido se recuperó el espíritu inicial del Punk, el hazlo tú mismo. Para eso surgió el Punk, para que cualquiera que tuviese algo que decir se colgase una guitarra y saliera a la calle. Curiosamente, se da un paso más allá y ahora los grupos realmente no tienen nada que decir más allá del: “Estamos aquí, venimos a tocar los cojones”.
Poco a poco esa escena se ha ido apagando y ahora, como ya dije en la pregunta anterior, parece que hay un nuevo vuelco hacia letras más comprometidas. Hay bandas muy buenas, que me gustan mucho, aunque me aburran sus letras (pese a estar de acuerdo con ellas, pero no es lo que quiero oír) y otras horribles.
Aun así a lo largo de las casi dos décadas que llevamos de siglo creo que hay una resistencia que nunca ha dejado de estar ahí y que, ajena a las modas, continúa echándole morro y ganas. Grupos que ya llevan unos años como Leonor SS hasta unos tal Mecano (no es broma) que descubrí el otro día, de Valencia, que me molan mogollón.
David: Sólo es Punk si lo dice Dani.
¿Qué banda de la escena punk madrileña nos recomendaríais escuchar?
Dani: Tendido Cero y Bluf.
Sara: Si tuviera que elegir a una, me pondría a España todo el rato.
David: Sólo es Punk si lo dice Dani.
¿Qué menú recomendáis para escuchar Que pague Puigdemont?
Sara: Sírvete un buen vaso de sangría con su chorrito de licor de mora, ábrete un bote de banderillas y ponte el equipo al 11.
David: Tortilla española.
¿Cuál es el chambergo de entretiempo (abrigo de primavera – otoño) favorito de Tendido Cero?
Dani: Realmente mis chambergos de entretiempo favoritos son muchos y tengo mogollón, pero como en Madrid no existe el entretiempo nunca puedo ponérmelos. Hay una beisbolera que tengo, hecha a medida, imitando a la de Michael J. Fox en Teen Wolf, que curiosamente tiene los colores de la bandera de España, que puede que sea mi preferida.
Sara: Una chupa vaquera negra que, dado que me la pongo dos semanas al año, espero que me dure toda la vida.
David: Mi madre siempre me dice que me ponga el chambergo que me constipo. Mi favorito es una buena rebequita.
Pinchadnos un Chambergazo.
Sara: The Coneheads – Out of Conetrol
Dani: RAOOUL – Spirit of ‘78
David: DON QUIJOTE DE LA MANCHA (1979) – QUIXOTE
Texto Trenca
Fotos Pelerina
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