Lazaretto de Jack White en los Discos Chambergos
Jack White – Lazaretto (Third Man, XL Recordings, Columbia, 14)
Parece decirnos Jack White con su versión de Three women, de Blind Willie McTell, que da comienzo a su segundo disco en solitario, que la cosa va a funcionar. Y no podemos decir lo contrario.
En el single, Lazaretto, encontramos una lejana herencia de los riffs de Rage Against The Machine, incluso el solo recuerda a Tom Morello en plenos 90. Sin embargo, ya en el desenlace de este tema encontramos arreglos de violín que nos vinculan con la americana más profunda. El siguiente tema es más que la confirmación de este vínculo: trabajado con mucho gusto, la voz femenina enriquece las texturas con las que nos encontramos.
La cuarta canción de un disco siempre me pareció muy oportuna para ponerse romántico y épico a la vez. Eso hace exactamente Mr. White, tras una intro un tanto psicodélica, en un par de estrofas que nos sumergen en el dolor: I’m afraid of being hurt, but i’m not afraid of any phisical pain, quizás lo que más me duele es la resolución demasiado alejada del feeling que parecía requerir el tema, aunque acaba saliendo a flote con cierta solvencia.
Ahora, hay que ponerse moderno y competir con Dan Auerbach. Pues se marca otro riff potente y con pegada, acompañado de unos coros psicodélicos y ya tenemos otro “temazo”. Esto es fácil para Mr. White.
En Just one drink volvemos a las raíces y al blues, realmente presentes a lo largo de todo el trabajo. Para el que escribe, lo mejor que nos podría pasar es que todo el disco se movieses entre cosas semejantes a este tema: fuerza y melodía directos al oyente y los temas más intimistas como Temporary ground.
Parece que llegados a este punto se ha generado el suficiente ambiente para hacer un tema pop. Bien, en Alone in my home se demuestra: Mr. White también sabe hacer pop. Sigamos.
Afortunadamente, volvemos a las raíces. Americana. Arreglos de pedal Steel. Mandolina. Es cierto que me gustaría que fuese incluso más evidente, pero me vale.
Toca contrapunto. Flow sobre riff. Conoce la fórmula. Maldito gurú del siglo XXI, encima vuelve a meter unos violines mágicos. Y ahora, una canción más, que no decepciona, continuista, que completa el trabajo.
Y por último, algo más intimista, como hacían en los 90, como se ha hecho siempre, una pequeña joya a medio tiempo para terminar.
En definitiva, un disco en el que tienen cabida múltiples estilos que suenan creíbles y convincentes. Bien hecho, Mr. White.
POR CHAQUETÓN
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