Lightning Bolt de Pearl Jam

Lightning Bolt de Pearl Jam en los Discos Chambergos

Los seguidores acérrimos de Pearl Jam ya han tenido tiempo suficiente para valorar y asimilar Lightning Bolt, la décima entrega de los responsables de Ten, que lanzaron en octubre de 2013. La acogida por parte de los medios especializados ha sido tibia. Ya ningún periodista se atreve a utilizar la tan manida expresión de “este es el disco en el que vuelven a sus orígenes” ¿Han perdido Pearl Jam la rabia o ya solo la muestran con cuenta gotas? ¿Se han acomodado en el A.O.R?

Para contestar a estas cuestiones, Mi Chambergo de Entretiempo ha encerrado en una habitación acolchada a tres fanáticos de Gossard, Mc Cready, Ament, Cameron y Vedder y les ha puesto durante 3 horas seguidas su último trabajo. De los componentes de la muestra de este experimento-terapia de grupo chamberga, hay que señalar que son devoradores insaciables de todo lo que producen Eddie y sus muchachos, oficial o “pirata” – disco pirata ¡Qué concepto tan vintage!-, bandas sonoras o proyectos paralelos, incluso discos en el que el gran protagonista es un ukelele. Han sido testigos del histórico concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid o de aquel en Portugal, en el que finalizaban la gira europea de Backspacer, y que en el que muchos tuvimos la sensación que una posible separación estaba cerca. Es más, uno de ellos pertenece al Ten Club, el Club Oficial de Fans de Pearl Jam.

Presentados los especímenes, apagamos la música… y dejamos que expresen sus sensaciones grunges más primarias mientras escuchan Lightning Bolt. Fer rompe el hielo y sentencia con mucha frescura y actitud risueña: “Les tenia que haber producido Milkyway”.  Cara de póker en Andrés y Salvador, aunque sí es verdad que deberían abrir una nueva vía que sorprenda  agradablemente a sus seguidores y que seduzca a nuevos. Salvador propone que “hagan una opera-rock a lo Tommy o Hijo de la Luna, o que se tomen un descanso, pero que no paren de hacer directos, porque estos discos no crean más fans; son solo nuestra dosis de material nuevo para los ya adictos”. A la sentencia de que paren de editar nuevos temas y que se centren en giras, Fer añade “Desde hace quince años, Pearl Jam y R.E.M. (estos ya separados) sólo han deslucido su carrera. Se tenían que haber dedicado a otros proyectos como hace Jota Planetas.”

La sensación de falta riesgo sobrevuela el ambiente. También Andrés, conocido como PARCA, se lamenta que sus temas acústicos se hayan convertido en meros compromisos contractuales: “Sobre todo, critico los temas desenchufados, que para mí también tenían su importancia dentro del conjunto de los discos. De hacer estas canciones eran maestros, véanse las del Vitalogy. Ahora se han convertido en “rellenos”. Andrés propone que, ¡vale!, que rellenen pero con temas más agrestes: “¡Joder! ¡Qué hagan un tema de 10 minutos desfasando! Lo ponen al final y así no molesta…. O a lo mejor no saben hacerlos.”

Como se quejaba Parca, lo que sí saben es cargar sus últimas entregas de composiciones más sosegadas e intimistas pero insustanciales, asunto en el que Salvador añade, “creo que viendo el panorama mundial necesitamos más revolución, más electricidad y más terremotos y no tanto intimismo de medios tiempos. Este nuevo disco parecía que prometía más guerra de la que realmente ofrece.” De los azotes no se libra ni la portada ni el libreto de Lightning Bolt, “por criticar crítico hasta el libreto, que si bien es mejor que el del Backspacer, no está a la altura de obras cumbres del libreto como el del Vitalogy o Yield”, apostilla Parca.

Sin embargo, como seguidores infatigables, que tragan carros y carretas, no se privan de la liturgia de acercarse a la tienda de discos a adquirir el nuevo tarro de mermelada de perlas. “Yo decidí hace tiempo que saquen lo que saquen PJ seguiré comprando sus discos, creo que se lo debo por todas la veces que ponen sus canciones al servicio de mis sentimientos”, confiesa Salvador y Andrés concluye, “el mero hecho de ir a la tienda ilusionado a comprármelo me sigue mereciendo la pena.” Llegados a este punto, una pregunta se hace obligatoria: ¿Cuál ha sido la última gran obra de Pearl Jam? Toma la palabra Fer: “No Code es lo último bueno de verdad. Después “p‘abajo” sin frenos.” “Para mí, es Binaural”, afirma Salvador. Sobre Binaural, Andrés señala que “teniendo en cuenta lo que tenía detrás, me pareció menor pero cojonudo” y continúa comentando que “Riot Act sería un gran disco si hubiesen quitado dos canciones que lo parten hacia la mitad, y si la última canción no acabase en un fade y alargasen el puto solo (risas) Pero el último que disfruté como obra maestra fue Yield.”

Sea cual sea, esperamos una nueva dosis de rabia de los Gossard y compañía y si ya la han agotado, por favor, que venga alguien a coger el testigo.

POR TRENCA

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