Johnny Ramone

¡Maldito fascista robanovias!

Una de mis leyendas preferidas de la historia del rock es aquella que se esconde tras la canción The KKK took my baby away, de los Ramones, que, escrita por Joey Ramone, apareció en 1981 en el disco Pleasant Dreams y está supuestamente dedicada a Johnny Ramone.

El año pasado me dio por sacarme, al mismo tiempo que las oposiciones, un máster en la vida y muerte de los Ramones y descubrí que, tanto en el libro De gira con los Ramones, de Monte A. Melnick (manager del grupo), como en el documental End of the century, se dice que la canción en cuestión, que relata cómo la novia del narrador ha sido raptada por el Ku Klux Klan, fue en realidad escrita por Joey para denunciar el «robo» de su novia Linda por parte de su compañero de banda Johnny.

Joey era el larguirucho cantante del grupo del barrio de Forest Hills (Queens, Nueva York). Había sido el rarito del cole, siempre escondido tras sus gafas de sol redondas, pero, sin embargo, llegó a encabezar uno de los grupos más icónicos de la historia de la música. De ideas progresistas (¿existe esta especie de ser humano en los Estados Unidos?, supongamos que si), tuvo que desarrollar su carrera al lado de Johnny Ramone, que no era sólo el guitarrista, si no también el sargento del grupo, el que manejaba y dirigía todo lo relacionado con ensayos y giras con mano dura, el que tuvo que lidiar más directamente con la locura producida por las drogas de Dee Dee, el bajista, y el que llevaba a gala sus ideas conservadoras ligadas al partido republicano.

The KKK took my baby away, Ramones:

 

Pues bien, según la leyenda, Johnny Ramone le robó la novia a Joey (con la que se terminaría casando) y éste, en respuesta, le dedicó esta canción en la que, en teoría, le identifica en clave humorística nada más y nada menos que con el Ku Klux Klan.

No sé qué tendrá de real esta historia, pero, en cualquier caso, lo que es completamente cierto es que Linda se cambió de bando y que los dos antiguos amigos dejaron de hablarse desde entonces, eso sí, no dejaron de sacar discos y actuar en directo juntos durante años. ¿Cómo se consigue eso? Ni idea, pero es de suponer que un cosquilleo de satisfacción recorrería la espalda de Joey cada vez que  entonase las estrofas de la citada canción mientras el presunto destinatario de la misma se dedicaba a tocar la guitarra a su lado como si no fuera con él la cosa.

Por Parca

 

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