Mujeres de portada
Las mujeres están muy presentes en la trayectoria de los Smashing Pumpkins, y no sólo porque hayan tenido, hasta la fecha, cuatro bajistas, si no porque son las protagonistas de la portada de tres de sus discos más emblemáticos. Estas mujeres de portada pueden ser interpretadas como figuras simbólicas del ánimo del grupo y del momento de su carrera en que se hallan.
Las siamesas (vamos a suponer que lo fuesen) del Siamese Dream (1993), segundo álbum del grupo, parecen representar dos caminos, dos posibilidades, dos futuros, ¿cuál triunfará? Estas inquietantes, aunque risueñas, niñas siamesas se separan al crecer y devienen en los dos personajes de los dos discos posteriores de la banda de Chicago. Cada una muta en un personaje que nos transmite sensaciones radicalmente distintas.
En Mellon Collie And The Infinite Sadness (1995), la mujer de la portada parece una diosa cósmica de belleza intangible, como una madre todopoderosa que nos vigilia y protege desde las alturas. Esta señal de esperanza se torna en oscuridad y mal rollo con la protagonista de la cubierta del cuarto álbum del grupo, Adore (1998): en este caso se nos presenta, en un bello blanco y negro, a una misteriosa joven que parece querer atraparnos con su seductora mirada para llevarnos a las más profundas tinieblas y no dejarnos volver nunca más.
Es interesante señalar que entre la publicación del Mellon Collie y del Adore habían ocurrido hechos clave en la historia del grupo estadounidense; el éxito de ventas y crítica del Mellon Collie quedó empañado durante la gira mundial de presentación del mismo. El batería, Jimmy Chamberlain, y el teclista, Jonathan Melvoin, sufrieron una sobredosis de la que éste último no salió con vida. Billy Corgan, líder de la banda, decidió expulsar a Jimmy por su falta de profesionalidad (es de suponer que el temita de la adicción del batería habría dado lugar a mil y una discusiones y advertencias anteriores al desgraciado incidente).
Además, durante un concierto en Dublín, una seguidora del grupo de 17 años falleció aplastada, lo que dejó muy tocado a Billy. La tercera clave que define el pesimismo de Adore es la muerte de la madre del señor Corgan, a la que estaba muy unido (For Martha es para ella). Los títulos de otras de las canciones del Adore –Tear, Shame, Blank Page o Crestfallen-, parecen indicar que, definitivamente, algo había cambiado. La siamesa oscura se quedó plantada para siempre en el espíritu del grupo.
POR PARCA